Llonín es un retrato realizado en óleo sobre lienzo, un regalo para unos amigos con sus dos hijos y un homenaje para el pedazo de trabajo que esta mujer hizo cosiendo los trajes de los dos. No sé si conocéis los trajes de llanisca pero pesan una tonelada debido a los abalorios que llevan cosidos para formar los adornos. Adornos negros, cosido con hilo negro sobre tela negra. Digno de loa lo de esta mujer.
Es bastante grande (70 x 50 cm), creo que cuando se le pase la sorpresa, me dará con él en la cabeza...
El proceso
Primero se realizó el fondo, por aquello de no salpicar el trabajo fino con otros colores.
Me encantan las plantas y la vegetación pero me traen por el camino de la amargura porque no consigo realizarlo con gusto.
La paleta usada para el tono piel es prácticamente la de siempre: blanco titanio, tierra siena tostada, amarillo cadmio, bermellón, y carmín de garanza.
Una vez realizados los dos personajes, él quedó mucho más definido que su hermana, así que lo que hice fue aplicar un resaltado, por llamarlo de alguna manera: oscurecer las sombras y profundizar los negro. Así ambos quedan a la par en definición.
Posteriormente aplique un apaño sobre el fondo, usando pincel de abanico y metiendo más variación cromática. Ahí usé un color extra, el verde vejiga.
Algún detalle
La decoración del traje de ella es una pasada y la gaita de él, otro tanto.
El resultado final
Podría decirse que es un paisaje anodino, que los colores son bajos, pero es que Asturias en un día nublado es así, por algo está verde.
Me gusta el resultado. Es la primera vez que acabar un cuadro me deja esa sensación de vacío que te genera terminar de leer un buen libro.
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