martes, 28 de julio de 2020

The Sheep Heid Inn, Duddingston

The Sheep Heid Inn es el pub más viejo de Escocia. Lo visitamos la última noche que estuvimos en la zona y nunca en mi vida pensé que me mataba yendo en coche como en el taxi aquel día. Pero qué raro se hace ver venir los coches por el otro lado, de noche, nevando...

Al final, la experiencia fue maravillosa. Era como muy navideño todo: el sitio precioso, la comida y demás todo perfecto, el personal muy amable... Y un recuerdo espectacular: la nevada que cayó mientras estabamos dentro.

De esa noche, dos recuerdos.

La llegada al pub.


Es una acuarela con gouaché y tinta sobre papel de algodón de 250 gramos.
Supongo que es un hecho la evolución, se nota que desde "Edimburgo" en el que primaba la línea de dibujo, ha habido un cambio al casi predominio de la mancha en este.

De él, lo que más me gusta es la carretera nevada, que simplemente se insinúa con un trazo apenas cargado de tinta,  el cielo nocturno iluminado con la luz de la calle y la nieve.


Creo que el mezclar aguadas en húmedo da un juego impresionante y mi reticencia primera ha dado paso a una especie de adicción a la acuarela. Le veo muchísimas prosibilidades que van ampliándose cuanto más la uso y domino la técnica.

Al salir del pub, la nevada había aumentado y la vista frente a este lugar era un callejón que llamaba a la foto.
Misma técnica, mismo papel. Está dando mucho cuartelillo este bloc. No es muy grande, 14,8 x 21 cm, pero creo que es la cuenta para soltarse.


De éste sí que merece la pena ver el proceso:


Sigo empezando de forma muy lineal. Cada cosa ha de estar en su lugar.






Me contó Bea, en la tienda de manualidades de abajo, que Falo, alias Rafael Suárez Vallina, un dibujante muy conocido de la zona, decía que "el uso del gouaché blanco sobre la acuarela era una aberración", y con razón puesto que su uso sólo denota una falta de control sobre la técnica.

Mientras ese control llega, aprovecharé su uso para ver esos vacíos a posteriori que sólo deberían de ser llenados con el blanco del papel.

Salta a la vista que el dibujo va perdiendo batalla frente a la mancha. Me encanta el resultado y una vez más esas luces contra el cielo nocturno nevando me resulta precioso.



El gouaché también es interesante para el tema de los copos de nieve: básicamente consiste en hacerlo fluido con agua y realizar salpicaduras con un pincel.

Mesa, teléfono y demás ambiente circundante no dicen lo mismo... Pero es divertido. ¿Qué sería de nosotros si no pudiesemos pringarnos ni disfrutar como si fueramos niños?


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