Formas de transmitir una imagen hay muchas y una de las que más me ha impresionado han sido los ukiyo-e.
Ves un papel, ves un dibujo, pero lo que no ves es todo el trabajo que hay tras esa impresión que se te presenta.
Por un lado está el maestro, el pintor, los ojos y la mente que refleja la imagen y la lleva a un soporte físico.
Por otro, los artesanos, que son quieres se encargan de tallar las maderas, una para cada uno de los colores. Los estampadores, los entintadores, es una cadena que se culmina con una obra de arte al alcance de más gente.
¿Y todos esos pequeños detalles?
Son simplemente maravillosos. Si se aprecia de cerca un ukiyo-e, se pueden ver las vetas que algunas maderas dejan en el entintado, se pueden ver texturas que se aplicaron sobre los colores para recrear las maravillas de los tejidos, e incluso se pueden ver texturas sin color, por el simple y mero hecho de enriquecer la imagen.
La tinta que delimita los contornos, ya es de por sí un aporte de relieve y las zonas de los cabellos son simplemente una delicia de trabajo minucioso.
Supongo que siempre me ha llamado esta cultura, es como una especie de permanencia medieval que de repente se ha visto lanzada al futuro más salvaje, conservando todas sus tradiciones.
De ahí, de ese respeto que me supone, he ido poco a poco incorporando detalles a la evolución de esta técnica con tintas.
No tengo un tórculo, de momento. No me dedico a tallar piezas de madera pero sí que intento darle un cierto volumen a esta "evolución/homenaje".
Maiko
De momento han salido dos piezas. Esta primera está basada en la fotografía de una maiko:
Es una mezcla de tinta con acuarela rematada con bolígrafo de tinta negra y pintura dorara.
No deja de parecerme una mera ilustración pero es bonita.
El proceso
Salta a la vista que el protagonismo de la imagen se lo lleva el diseño del obi. Primero el diseño en lápiz, y luego primeras manchas a tinta muy diluida y color en acuarela, también muy diluida.
Se van afinando más los colores y se aplica tinta totalmente densa y varias capas de acuarela para dar los colores fuertes. Los detalles negros del fondo del obi están hechos a pincel y con cuidadito.
Se siguen ampliando los toques de color...
Más acuarela bastante densa para las mariposas.
Por último, la capa de dorado.
El último paso fue realizar el "estampado de mentira". Eso se consigue con un boligrafo de punta metálica que no pinte o un punzón romo que se utiliza como si fuera un lápiz con el que ir dibujando las formas.
Detalles
Está realizada sobre papel de 350 gramos, que al empapar la tinta hace como de esponja y digamos que se "hincha" un poquito. Al ser un papel tan grueso, se puede calcar sin romperlo y se pueden generar esas texturas.
Las pequeñas florecillas son básicamente enganchones realizados con un punzón sobre el papel, imitando los bordados de las telas.
Normalmente estas piezas son de creppe, seda. Creo haberlo llevado con dignidad al papel.
Me gusta el resultado de las seis horas de trabajo.
Kuro Tomesode
Esta fue la siguiente, ya está realizada sólo en tinta.
Los kuro tomesode son los kimonos "formales" de las mujeres casadas. Son negros, también de creppe y suelen llevar cinco marcas con los símbolos de la familia, dos en cada brazo y una en la espalda, y suelen llevar un diseño en la parte inferior, que normalmente son muy sobrios, lo cual no quita de que sean auténticas maravillas.
El modelo se tomó de una imagen en blanco y negro de los años 20.
El proceso
El peinado es una cosa compleja, requería dejarlo claro antes de empezar a meter tinta. La imagen de abajo, muy aguada para marcar los puntos de luz y las sombras.
Así ya quedaba bonito, pero no era lo buscado. Se añade tinta sin diluir y con un pincel húmedo se extiende respetando las zonas de luz.
La idea en mente era el pelo representado en el ukiyo-e así que se comenzó a delinear con bolígrafo de tinta negra el pelo y los contornos de la figura y se añadió tinta roja y dorada para pequeños detalles.
He descubierto una cosa interesante: los bolígrafos de tinta blanca. Con uno de ellos se realizó el detalle de la flor en el brazo, una de las cinco representativas del kuro tomesode. Por último, se añadió un fondo basado en los estampados tradicionales de las telas japonesas...
Y se procedió a añadir las "texturas en relieve".
Detalles
No es que los circulitos sean una cosa asociada a los estampados tradicionales, pero supongo que estoy en una fase pictórica que me obliga a meterlos en todos lados. Con el trazo de líneas paralelas se pueden simular los volúmenes de la trama y urdimbre de la tela.
En la prenda interior de color blanco, se han realizado texturas imitando el tejido de la fotografía. Eso ya es más tradicional :-)
Se puede apreciar una especie de cordón que sería la parte superior del obi.
El pelo está delineado de nuevo siguiendo lo que serían los contornos del peinado. Me gustaría hablar un poco más sobre los peinados pero desconozco mucho de ese campo.
El resultado final se aprecia a contraluz.
Me gusta mucho este uso de la tinta. Seguiremos experimentando.