Supongo que todos tenemos nuestros recuerdos de cuando fuimos pequeños.
Uno de los mejores era una atracción de fiestas en la que cuatro ponis giraban en torno a una carpa.
Recuerdo a mi padre, a mi abuelo y a mi pegando unos gritos de pánico tremendos. Pobres animales, lo que tuvieron que aguantar a guajes berrando.
Aun así, es un recuerdo bonito, cuando el carrusel era de figuras y no animales reales. Las luces, la música, el discreto encanto de una decadencia nostálgica...
Es una composición extraña tomada de una foto de un carrusel en unas fiestas en la que eliminé todos los elementos distractorios del tema luces y figuras de caballos.
Es una acuarela con tinta y gouaché.
Proceso
Es... nostálgico.
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