Siguiendo con mi maestro favorito, Dánae era un reto -y seguirá siéndolo por el escaso logro- por el velo de la parte inferior de la obra.
He hecho dos veces el velo y la primera fue mejor que la segunda. Por cierto: si se pinta un velo, primero se pinta lo que se va a ver debajo.
Algunos detalles:
El proceso:
Maravilloso el cepillo de dientes para las minisalpicaduras...
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