Este pequeñajo es el sobrino de una amiga.
Fue un encargo de un retrato basado en una foto en sepias.
En un principio el pelo se le puso un poco más oscuro y hubo que clarear pero el resultado ha sido bueno.
El proceso es el habitual de un óleo, primero bosquejo a lápiz y de ahí manchas y continuar con las partes más importantes y destacadas: si no conseguimos el gesto de la boca y de los ojos, no hay retrato.
El gesto de la boca fue complicado, no lo voy a negar, pero está bien conseguido. Se puede ver en las imágenes cómo va cambiando.
El agua es algo que me tenía preocupada pero basta con convencerse de que no es "azul" si no del color de todo la que la rodea, para intentar hacer un trabajo curioso.
Si se mira de cerca, no hay duda de que son simples machas. Están hechas con óleo bastante diluido en aguarrás y las espumas son óleo sin diluir aplicado con pincel redondo duro. Creo que el resultado es bastante decente. Es más, me gusta.
El pelo está realizado a pincel de dientes con pintura diluida, detalles con la mezcla de trementina y linaza y difuminado con pincel seco duro sin pintura.
Los fondos se realizaron con una mezcla de pintura sin diluir y una aguada con pincel plano blando.
Dudé si poner los granos de arena de la cara, pero casi prefiero dejarlo así.
Me encantan esas carucas de los pequeñajos.
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